Planteando una gran incertidumbre

Planteando una grave incertidumbre:

Hace poco recibimos un escrito de uno de nuestros amigos donde nos plantea una grave incertidumbre existencial. Lamentablemente, a pesar del gran esfuerzo que hicimos, no pudimos resolver el dilema planteado. Por lo que optamos publicarlo en nuestro portal con la esperanza de que alguno de nuestros amables lectores no ayude con la respuesta. La carta dice así:

Estimados amigos:

Quiero compartir con Uds. un grave caso de injusticia que estoy sufriendo actualmente:

Soy un chico de apenas 42 años. Vivo con mis padres. Mi madre es maestra jubilada;  pero aún trabaja en un colegio privado donde atiende un total de casi 200 niños entre los dos turnos. Los fines de semana ella trabaja en una empresa de limpieza y mantenimiento aseando oficinas. Mi padre trabaja de lunes a sábado como vigilante en una empresa importadora de alimentos. Por mi parte, soy estudiante de primer año en la Universidad. Estoy repitiendo nuevamente el primer año de Teneduría de Libros. El año pasado estuve a punto de aprobar la materia que curso, pero mi profesor me cogió ojeriza y eso ocasionó que perdiera el curso.

El asunto es que estoy a punto de irme de casa debido a que mis padres critican continuamente mi vida, afirmando que yo soy un vago e inútil hijo y que, según ellos, no sirvo para nada. Me acusan de que mi única preocupación en la vida es dormir y comer.  Yo quiero que Uds. sepan que eso es una gran calumnia. Yo sí tengo preocupaciones. ¡Y muchas!

Por ejemplo: Cuando me despierto, a veces, sufro de una terrible preocupación que es la siguiente: cuándo yo me muera, ¿me voy al cielo o me vienen a buscar?

Si alguno de Uds. conoce la respuesta, por favor, háganmela llegar a las tres de la tarde que es la hora en que me levanto de la cama para almorzar. ¡Eso de pensar que tendría que irme por mis propios medios, me cansa sobremanera y es tal mi preocupación que no puedo hacer la siesta!

Atentamente: Flojito Pérez